Ya que el frío no es suficiente y la cueva no es apetecible.. y todo sea dicho, por la inexplicable manía de los gatos de preferir los embalajes de las cosas, en vez de las cosas en si, la caja de cartón donde vino la cueva de invierno, después de haber sido instrumento de juegos y quedar a muy mal traer, está ahora dividida en varias "alfombras" de cartón para solaz y esparcimiento de Zapatitos, quién las ha preferido, frente a otra clase de materiales (toallas, telas o alfombras comunes). Y es así que tiene una pieza junto a la ventana, donde religiosamente toma el sol cada mañana, una para esperar junto a la puerta del dormitorio cada mañana, otra junto a sus comederos y otra junto a la puerta de la cocina, donde cada día (también religiosamente), me observa cocinar.
Y se preguntarán por la cueva de marras, ... la cueva... ¡ay la cueva!... ha quedado para esto que ven en el video...
3 comentarios:
Pero qué gracioso!!!
Jajaja, es la bomba. :D Me encantan sus pequeñas rutinas, y que hayáis puesto un cartoncito atendiendo a todas ellas. Sois la caña. XD
Paciencia, que cuando empiece el frío de verdad, veréis cómo busca la cueva. De todas formas, me encanta su nueva utilidad, jejejej
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